Una altiva fortaleza que se eleva más allá de las nubes
Conocido como «el castillo de la montaña en el cielo», porque parece flotar por arte de magia sobre las montañas cubiertas de nubes, el castillo de Bitchu Matsuyama es tremendamente popular entre los aficionados a los castillos.
Los edificios que lo conforman se reconstruyeron gracias a los esfuerzos de la comunidad local tras muchos años en mal estado.
No te pierdas
- Las vistas panorámicas desde la fortaleza del castillo
- Contemplar el «castillo de la montaña en el cielo» desde el observatorio Unkai del castillo de Bitchu Matsuyama
Cómo llegar
Comienza tu viaje al castillo de Bitchu Matsuyama desde la estación de Okayama.
Toma la línea Hakubi desde la estación de Okayama hasta la de Takahashi y, después, toma un taxi desde la estación de Bicchu Takahashi hasta el aparcamiento del paso de Fuigo. Desde allí, hay un paseo de 20 minutos hasta el castillo.
Vistas magníficas desde la cumbre
Cuesta un poco llegar a la entrada del recinto, y más subir las escaleras para alcanzar el castillo, pero una vez allí habrá valido la pena. Serán las vistas panorámicas, tanto de la naturaleza como de la espectacular ciudad de Takahashi, las que te dejarán de verdad sin aliento.
El castillo está formado por la fortaleza principal —con las mejores vistas— y por una pequeña estructura adyacente.
La admisión general es de 500 yenes, con acceso al castillo y a sus terrenos. Cerca de la entrada hay una sala multimedia en la que podrás ver un breve vídeo sobre la historia del castillo de Bitchu Matsuyama.
El castillo de la montaña en el cielo
La foto más buscada del castillo es en la que aparece «flotando» sobre un mar de nubes. Puedes sacarla desde el cercano observatorio Unkai del castillo de Bitchu Matsuyama. A este solo se puede llegar en coche, pero de octubre a marzo hay un servicio de taxi compartido dos veces al día desde la estación de Bitchu-Takahashi.
Haciendo el mono
Un atractivo adicional de la zona es la población de macacos japoneses que se reúne en grandes grupos al pie de la montaña. No te acerques demasiado, ya que son territoriales y muy protectores con sus pequeños.
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