Disfruta al mismo tiempo de la caída de hojas otoñal y de los cerezos en flor en este Tesoro Nacional
El edificio principal del templo Saimyoji fue declarado el primer Tesoro Nacional de Japón, mientras que el templo es originario del período Kamakura (1192-1333). Poder observar la caída de las hojas y, al mismo tiempo, la floración de los cerezos resulta muy llamativo para mucha gente.
No te pierdas
- Dibujos coloridos en la pagoda
- Cerezos en flor entre hojas otoñales
- Arquitectura sin clavos
Cómo llegar
En noviembre se puede llegar al templo en tren, en taxi o en autobús lanzadera.
Debes tomar un taxi desde las estaciones de Hikone o Kawase de la línea JR Tokaido o desde la estación de Amago de la línea Omi Tetsudo.
En noviembre, durante la temporada alta otoñal, el autobús lanzadera Koto Sanzan comunica los tres templos Koto Sanzan y las estaciones de Hikone y Yokaichi. Puedes comenzar el recorrido en las estaciones de Hikone o Yokaichi.
Uno de los tres templos Tendai más importantes
Junto con los templos de Kongorinji y Hyakusaiji , Saimyoji es uno de los famosos templos Koto Sanzan de Shiga pertenecientes a la rama Tendai del budismo. Los kanji de Koto Sanzan lo dejan bien claro: los templos se erigen sobre tres montañas en el lado oriental del lago Biwa .
Una historia de supervivencia
El templo Saimyoji fue construido durante el período Kamakura (1192-1333) y sigue siendo uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de la época. Presenta un diseño libre de clavos.
El templo principal fue declarado como el primer Tesoro Nacional de Japón. La pagoda de tres niveles también tiene esta consideración y cuenta con dibujos que destacan por su colorido. En el año 1571, durante el período de los Estados en Guerra, ambas estructuras sobrevivieron a los diversos intentos por reducirlas a cenizas protagonizados por el señor de la guerra local Oda Nobunaga.
Más de 1000 arces
El templo Saimyoji alberga el jardín horaitei, que cuenta con más de 1000 arces. De mediados a finales de noviembre, sus hojas carmesí transforman el suelo en una espectacular alfombra.
Dispersos entre los arces se encuentran los poco comunes cerezos fudanzakura, que florecen en otoño. Se trata del único lugar en el mundo en el que podemos disfrutar al mismo tiempo de los cerezos en flor y del paisaje otoñal.
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