Santuario Dazaifu Tenmangu 太宰府天満宮

Por todo Japón hay cientos de santuarios tenmangu dedicados al espíritu del erudito Michizane Sugawara. Dos destacan sobre los demás: el santuario Kitano Tenmangu de Kioto y el santuario Dazaifu Tenmangu de Fukuoka, construido sobre la tumba de Michizane. El santuario Dazaifu Tenmangu es magnífico y se complementa con extensos terrenos cubiertos con miles de hermosos ciruelos.

A Dazaifu Tenmangu se llega fácilmente desde la ciudad de Fukuoka en transporte público.

Toma la línea Nishitetsu desde la estación de Nishitetsu-Fukuoka Tenjin hasta la de Dazaifu, cambiando en Futsukaichi. 
Dazaifu Tenmangu se encuentra a 5 minutos a pie de la estación de Dazaifu.

El camino que lleva al santuario está lleno de tiendas que venden umegae mochi, pasteles de arroz llenos de pasta de alubias rojas dulces, muy populares entre los locales. También hay varios puestos de helados que venden sabores totalmente exclusivos de Japón como el de té verde, sésamo negro y kinako (soja dulce), junto con innumerables tiendas para comprar recuerdos y figuritas.

Antes de llegar al santuario principal, dedica un momento a explorar el recinto. Parte del atractivo de Dazaifu Tenmangu es que está completamente aislado del bullicio de la ciudad.

Cuando entres en el recinto a través de una gran puerta torii, verás un conjunto de tres puentes que atraviesan un estanque lleno de carpas koi y tortugas espalda de diamante. El estanque tiene la forma del kanji japonés que significa «corazón». Los alcanforeros centenarios cubiertos de musgo se erigen sobre pilotes en el borde del lago y las orillas están pobladas por algunos de los ciruelos que dan fama a Dazaifu Tenmangu.

El honden, o salón principal, de Dazaifu Tenmangu está construido sobre la tumba de Michizane Sugawara, un erudito, político y poeta que adquirió gran importancia en el siglo IX antes de ser desterrado a Dazaifu debido a su extrema rivalidad con el clan Fujiwara. Murió en Dazaifu en el año 903 y se piensa que la primera versión de Dazaifu Tenmangu (el patio interior) se construyó en 913.

Tras su muerte, Japón estuvo plagado de desastres naturales y el gobierno interpretó estos sucesos como el resultado de una maldición impuesta por el espíritu de Michizane. Para apaciguar su espíritu, se decidió construir el santuario Dazaifu Tenmangu y, a la vez, deificarlo como Tenman-Tenjin, el dios de la literatura y la caligrafía.

A la derecha del santuario principal se encuentra el ciruelo más famoso de Dazaifu Tenmangu, conocido como Tobiume, o «ciruelo volador». Cuenta la leyenda que cuando Michizane dejó Kioto para vivir en el exilio, este árbol lo echaba tanto de menos que se arrancó a sí mismo y voló para reunirse con él en Dazaifu .

A Michizane siempre le gustaron los ciruelos. Se dice que compuso su primer poema a los cinco años. Este decía: «Qué hermosa es la flor roja del ciruelo, desearía colorear mi mejilla con ella».

Como Michizane está estrechamente relacionado con el aprendizaje, muchos japoneses visitan el santuario para pedir buenos resultados en sus próximos exámenes. Se pueden comprar amuletos en la oficina del santuario que está situada en el lateral del Gohonden, el santuario principal. Durante la temporada de exámenes, se puede ver un gran número de amuletos ema colgados por los terrenos del santuario.

Si te interesa la vida y la época de Michizane, visita el Museo Histórico de Kanko, un pequeño edificio detrás del santuario que muestra los principales eventos de la vida de Michizane a través de dioramas.

El Museo Nacional de Kyushu , subiendo la colina desde Dazaifu Tenmangu, ofrece información más completa sobre la rápida llegada del erudito a la prominencia y su súbito destierro a Dazaifu , además de otras exhibiciones magníficas.

En Dazaifu Tenmangu se celebran varios festivales a lo largo del año. Cada mes de marzo se celebra el festival anual de umeshu (licor de ciruelo) que coincide con el florecimiento de los ciruelos. También en marzo, se celebra el Festival Kyokusui-no-en, en el que los poetas waka vestidos con kimono se sientan a lo largo de un pequeño arroyo para componer poemas inspirados por los efectos del sake.

En enero se celebra un evento llamado Usokae, en el cual los participantes intercambian camachuelos de madera en una ceremonia para ahuyentar el mal. La persona que reciba el camachuel tendrá un año de buena suerte.