Un parque con un castillo, una tradicional casa del té y un festival único
El castillo de Tsuruga y sus terrenos adyacentes fueron testigo de una batalla entre las fuerzas leales al shogun y los aliados de la familia imperial. Los señores de Aizu, que pertenece hoy a la prefectura de Fukushima , lucharon con la resistencia. Fueron vencidos y el castillo se destruyó.
El cuidado parque, construido alrededor del nuevo castillo, es hoy un destino muy popular durante la temporada de los cerezos en flor y el Festival de las Velas.
Datos breves
El castillo de Tsuruga se construyó en el siglo XV
El Festival de las Velas se celebra cada año en honor a las velas pintadas de Aizu
Las tropas de los Byakkotai eran soldados con edades comprendidas entre los 14 y los 16 años
Cómo llegar
Desde la estación de Aizuwakamatsu, toma la línea del autobús urbano de Aizu Wakamatsu hasta la parada de Tsurugajo Kitaguchi. El castillo está a cinco minutos a pie.
El castillo y su museo
Cruza el foso y adéntrate en esta fortaleza cuyos muros exteriores son los originales. En el centro del parque se encuentra el castillo de Tsuruga, construido en el siglo XV y derribado durante la guerra Boshin de 1868.
La torre del castillo fue reconstruido en hormigón en 1965 tras su completa demolición en 1874 y tiene un museo dedicado a la historia y la cultura de Aizu.
Flores, velas y luces
El parque es uno de los 100 mejores lugares de Japón para contemplar los cerezos en flor. Hazte con una manta, comida y bebida, busca un buen sitio y únete a la gente del lugar en una fiesta en torno a las bellas flores. Durante el otoño, los terrenos del castillo se iluminan cada noche, matizando el color otoñal de las hojas.
Las velas pintadas de Aizu, o erosoku, son obras artesanales tradicionales de Fukushima. Este festival se celebra en el parque, cada mes de febrero, en honor a las velas, hechas y decoradas a mano con diseños florales y motivos vegetales.
En tu visita, sube al castillo para ver esta estampa, ya que las velas están dispuestas para ser vistas desde lo alto.
Disfruta de un té en los terrenos del castillo
La casa del té Rinkaku era el lugar donde los señores de Aizu celebraban la ceremonia del té y, extraordinariamente, no sufrió ningún daño cuando el castillo fue destruido. Declarado Bien de Interés Cultural, fue restaurado y trasladado a su ubicación original, dentro del recinto del parque, en 1990. Puedes visitar el pequeño jardín que hay junto a la casa del té y tomarte uno con vistas al jardín.
Resistencia y un sacrifico catastrófico
Incluso después de que el gobierno samurái terminara en 1867, los dominios del norte de Tokio siguieron resistiéndose al nuevo gobierno imperial. Las tropas del imperio contaban con armas más modernas que los samuráis, por lo que fueron haciéndose con una fortaleza tras otra. Aizu cayó en septiembre de 1868 y el castillo fue destruido casi en su totalidad.
Un grupo de jóvenes samuráis de una unidad llamada Byakkotai se suicidó. Su lealtad y devoción les encumbró al olimpo de la historia de Japón, y han protagonizado muchas películas y dibujos manga. Sus tumbas se pueden visitar en la colina Iimori.
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