La casa señorial y los jardines del clan Shimazu
Sengan-en, un lugar que tiene como telón de fondo a la bahía de Kinko y al volcán activo Sakurajima , es uno de los mejores ejemplos de jardín feudal de todo Japón y un destino turístico que no te deberias perderte durante tu estancia en Kagoshima . Reserva un día de tu itinerario para explorar sin prisas los jardines y disfrutar de las atracciones y las excelentes opciones de restauración que ofrece el lugar.
No te pierdas
- Los impresionantes jardines japoneses construidos en 1658
- Las espectaculares vistas del volcán activo Sakurajima
- La ecléctica mezcla de culturas de la antigua residencia señorial, enclavada en el centro de los jardines
Cómo llegar
Sengan-en está en la costa, al norte de la ciudad de Kagoshima, y se puede aprovechar la visita para ver otros destinos turísticos de interés en las inmediaciones.
Desde la estación de Kagoshima Chuo, se puede llegar a Sengan-en en 30 minutos en el autobús turístico de la zona o el autobús municipal Machi Meguri. También hay servicios de autobuses regulares desde la estación de Kagoshima.
Preciosos jardines y paisajes prestados
El rasgo más sorprendente del jardín, construido en 1658 como una de las residencias del clan Shimazu que gobernó la región, es el telón de fondo que constituyen el volcán activo Sakurajima y la bahía de Kagoshima.
Los jardines, que se extienden sobre un terreno de 4,8 hectáreas, incluyen estanques tranquilos, arroyos borboteantes, santuarios misteriosos, salones del té tradicionales, un bosque de bambú y una ruta de senderismo que te permitirá llegar en tan solo 30 minutos hasta la cima, desde donde podrás disfrutar de unas vistas espectaculares.
Sigue los pasos de un señor feudal
La casa, situada en el centro del jardín, es una fascinante mezcla de influencias japonesas, chinas y occidentales, que refleja los gustos internacionales del clan Shimazu.
Los pasillos están decorados con adornos en forma de murciélago, elaborados mediante una técnica de revestimiento decorativo denominada kugi-kakushi, que busca ocultar los clavos que unen vigas y pilares. Los murciélagos eran un símbolo de buena suerte en China, ya que en chino la palabra «murciélago» suena igual que «buena suerte».
En total, hay doce variedades de estas piezas ornamentales por la residencia, lo que refleja el cuidado y la atención al detalle que se tuvo a la hora de construir estas magníficas viviendas.
Dar un paseo por los sinuosos pasillos y las enormes salas con tatami es una manera estupenda de hacerse una idea de cómo vivía un señor feudal de la época.
Las lámparas de araña y el servicio de estilo occidental del gran salón de recepciones recuerdan a aquel período en que Japón empezaba a abrirse al mundo, allá en el siglo XIX. De hecho, la casa recibió invitados ilustres de la realeza como Nicolás II de Rusia y Eduardo VIII del Reino Unido, visitas que dan constancia, sin duda alguna, de la influencia que tuvo del clan Shimazu.
Exquisiteces de Kagoshima
No te quedes sin probar alguna de las exquisiteces gastronómicas de Kagoshima que se sirven en Ohkatei, el restaurante insignia de Sengan-en. Entre los platos estrella destacan el pargo japonés pescado en la zona y el cerdo kurobuta. Esto hará que no te resulte difícil imaginar cómo se debía de sentir un señor feudal de la época disfrutando de las exquisiteces locales con la bahía de Sakurajima como telón de fondo.
Para aquellos que prefieran algo más ligero, hay un local famoso por sus dulces jambo-mochi, una especie de brocheta doble con dos galletas de arroz ligeramente tostadas, glaseada con salsa de soja dulce o miso. Se dice que los dos pinchos representan las espadas tradicionales que llevaban los samuráis.
Legado industrial
Japón fue el único país de Asia que participó en la revolución industrial del siglo XIX, algo de lo que podrás saber aún más, junto a muchas otras cosas, en el Museo Shoko Shuseikan, a las afueras de Sengan-en.
Allí, podrás hacer un recorrido por la historia del clan Shimazu a lo largo de 8 siglos y descubrir cómo las relaciones internacionales que sus miembros forjaron llevaron al desarrollo de la industrialización del Japón moderno. El museo está ubicado en la fábrica más antigua que queda en pie en Japón, construida en 1865.
Artesanía tradicional
El cristal tallado de colores Satsuma Kiriko se creó en Kagoshima durante el período Edo, en pleno proyecto de modernización Shuseikan. La elaboración de este cristal se hace colocando, sobre una capa de cristal transparente, diferentes capas gruesas de cristal de colores que luego se tallan para dejar al descubierto la primera.
El proceso de elaboración se lleva a cabo de manera totalmente artesanal por una serie de expertos cuyo trabajo puede verse en los talleres Shimazu Satsuma Kiriko Glassworks, cerca de Sengan-en.
Sitio declarado Patrimonio Mundial
El Museo Shoko Shuseikan y Sengan-en fueron declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2015, por su vínculo con la Revolución Industrial Meiji de Japón. Los dos lugares ofrecen una excelente oportunidad para ver una exclusiva combinación de bellos jardines del período Edo en contraste con la modernización de los períodos Meiji y posteriores.
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