Una pequeña isla rodeada de aguas claras y azules y playas solitarias
La isla de Aka es la más pequeña de las tres islas principales que conforman las islas Kerama , pero sus playas y lugares de buceo son excepcionales.
Sus aguas cristalinas, sus mágicos arrecifes de coral y su abundante vida marina convierten a esta isla en un paraíso para los amantes del esnórquel.
No te pierdas
- La playa de Nishibama, la mejor de la isla
- La estatua del perro Shiro en la playa de Nishibama
- El puente a las islas de Geruma y Fukaji
Cómo llegar
Se puede llegar a la isla en ferri de alta velocidad y ferri para coches.
Los ferris de alta velocidad salen del puerto de Tomari en Naha hacia Aka una o dos veces al día y tardan aproximadamente 50 minutos. También hay un ferri para coches que sale una vez al día y tarda 90 minutos. Desde la isla de Zamami , también hay un ferri a Aka que sale cuatro veces al día y tarda 15 minutos.
Explora la joya de la corona de Aka
Hay playas excelentes en toda la costa de la isla de Aka, pero la joya de la corona es la playa de Nishibama y su magnífico trecho de un kilómetro de arena. Es un lugar excelente para nadar en aguas poco profundas, relajarse en las aguas cristalinas y explorar el maravilloso arrecife de coral.
La playa está a 30 minutos a pie del puerto. No hay transporte público fiable, pero se pueden alquilar bicicletas, coches y escúteres para moverse por la isla.
El puente entre las islas
Echa un vistazo al puente de la isla de Aka, por el que puedes ir a las islas de Geruma y Fukaji. Estas islas tienen menos turistas, pero también algunas playas bonitas que merece la pena explorar si quieres encontrar un lugar más aislado.
La historia de amor de dos perros
No pierda de vista la estatua de un perro que mira al mar en la playa de Nishibama. Este es Shiro, un perro que se hizo amigo de una perra llamada Marilyn en la isla de Zamami en la década de los 80.
Según los isleños, Shiro nadaba los tres kilómetros entre las islas todos los días para ver a su amada.
Marilyn murió en 1987, pero la historia sigue viva gracias a “Marilyn ni aitai” (Quiero ver a Marilyn), una película sobre la historia de amor de los dos perros filmada al año siguiente.
Hay una estatua de Marilyn mirando hacia la playa de Nishibama en la isla de Zamami.
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