Con el colorido de su vistosa iluminación, el Puente Arcoíris, que une Odaiba y el muelle de Shibaura, se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas
A veces, un puente no solo te lleva de un lugar a otro. Este es el caso del puente Arcoíris, que une el islote artificial de Odaiba con la isla principal de Japón y se ha convertido en un lugar de interés turístico por sí mismo. Gracias a la construcción de la estructura en la década de 1990, esta parte de la bahía de Tokio prosperó y hoy cuenta con algunas de las principales atracciones turísticas.
No te pierdas
- Las vistas panorámicas del litoral de Odaiba
- Un pícnic en los bancos del puente o en el cercano parque costero
Cómo llegar
Se puede llegar al puente en taxi o a pie desde las estaciones de Odaiba-Kaihinkoen y Shibaura-Futo.
El cruce más colorido de Tokio
Las torres sobre las que se apoya el puente son de color blanco, pero en diciembre se alumbran con luces de los colores del arcoíris, motivo de su apodo, pues oficialmente se llama Puente conector de la bahía de Tokio.
El puente y sus vistas son hermosos incluso con su iluminación habitual durante el resto del año.
Deléitate con las vistas
El Puente Arcoíris, abierto a vehículos y peatones, cruza la parte norte de la bahía de Tokio desde la costa del distrito de ocio de Odaiba hasta el muelle de Shibaura. No se puede cruzar a pie después de las 21:00 en verano y de las 18:00 en invierno y, aunque no se permite circular en bici, sí que puedes llevarla a mano.
Se tarda entre 20 y 30 minutos en cruzar el puente a pie, pero la mayoría de los visitantes se sientan en los bancos a medio camino para disfrutar de las vistas. Hay carriles peatonales a ambos lados del puente, así que elige el que tenga la vista que deseas ver. Las vistas al parque costero de Odaiba son las favoritas.
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