El símbolo de la isla de Dogo es una vela en el mar
La Roca de la Vela es un estrecha roca en el mar de Japón que se eleva más de 20 metros verticalmente por encima del agua y queda a unos 500 metros de la costa de Dogo, la más grande de las islas Oki. Cuando el sol se pone y se alinea como si descansara sobre la roca, parece una vela.
Datos breves
La Roca de la Vela, al igual que la isla de Dogo y el archipiélago de la isla Oki, está compuesta principalmente de roca volcánica y presenta una extraña forma escarpada y empinada
El archipiélago cuenta con más de 180 islas, la mayoría de las cuales están deshabitadas
Cómo llegar
La Roca de la Vela se encuentra frente a la costa norte y pertenece a la prefectura de Shimane. Llegas a través del puerto de Saigo en Dogo, la isla principal, a la que se cruza en ferri desde el continente. También puedes llegar en avión hasta el aeropuerto de Oki en Dogo desde el aeropuerto de Itami en Osaka y el de Izumo.
No hay transporte público hasta la Roca de la Vela, pero la oficina de turismo en Saigo o tu hotel o casa de huéspedes en la isla de Dogo organizarán excursiones en las que los horarios de transporte y las comidas se adaptarán a la puesta de sol. Los cruceros parten todos los días de abril a octubre, según las condiciones del mar.
Una costa colorida y majestuosa
La costa de la isla de Dogo es escarpada y majestuosa, además forma parte del parque nacional de Daisen-Oki y goza del estatus de Geoparque Mundial de la UNESCO.
En el parque Ojirobana hay un mirador en lo alto del acantilado desde donde se ve la Roca de la Vela y hay un camino hasta una cala desde donde te puedes acercar un poco más. Pero para verlo cuando el sol se pone y parece estar «encendiendo la vela», tendrás que tomar un barco.
La flota te llevará
Un par de horas antes de que anochezca, si el clima lo permite, sale una flotilla de barcos pequeños de los pueblos pesqueros de Fukuura o Akasaki. Muchos son barcos de pesca, y los viajeros se sientan en las cubiertas abiertas. Subes por la costa, pasas unos magníficos acantilados y, al rodear el cabo, aparece la Roca de la Vela.
A lo largo del camino, pasarás por cuevas marinas, algunas calas con pináculos de rocas y acantilados de diferentes colores, todo antes de que el capitán te lleve de vuelta a la Roca de la Vela y apague los motores en el momento de la puesta de sol.
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