Adéntrate en dos cuevas volcánicas, muy cerca del monte Fuji, que siempre están frescas
La cueva de hielo de Narusawa es un reino subterráneo congelado en pleno corazón del bosque Aokigahara , al pie del monte Fuji, que se formó cuando el cercano volcán Nagao entró en erupción.
Mientras estás por la zona, echa un vistazo también a la cercana cueva del viento de Fugaku. Naturalmente, el invierno es la mejor época para ver el hielo en estas cuevas, pero también son un lugar fresco donde resguardarte del calor sofocante del verano. Puedes comprar una entrada que te permite el acceso a ambas cuevas.
Datos breves
Algunos de sus pilares de hielo miden más de 3 metros de largo
En su punto más bajo, la cueva está a 21 metros bajo tierra
Un recorrido en forma de ocho te llevará por el túnel
Cómo llegar
Se puede llegar a la cueva en tren, autobús o coche.
Si viajas en tren, bájate en la estación de Kawaguchiko, en la línea Fujikyuko. Desde allí, la cueva se encuentra a 30 minutos en autobús.
Si viajas en coche desde Tokio, toma la salida en el intercambiador de Kawaguchiko.
Originada por una antigua erupción volcánica
La cueva de hielo se formó en el año 864 tras la violenta erupción del monte Nagao, que formaba parte del flanco noroeste del monte Fuji. Esta enorme cavidad subterránea es un tubo de lava volcánica. Las temperaturas descienden gradualmente a medida que bajas las escaleras y atraviesas oscuros túneles de poca altura.
Los pilares de hielo que se forman aquí se hacen más grandes en invierno, y a veces las estalactitas y estalagmitas llegan a unirse. La temperatura de la cueva ronda los cero grados centígrados durante todo el año y, en su día, sirvió como almacén de semillas y capullos de gusanos de seda.
No olvides llevar ropa de abrigo, incluso en pleno verano.
Otra cueva que merece la pena explorar
Combina tu visita a la cueva de hielo con la de la cueva del viento de Fugaku. Puedes llegar caminando desde la cueva de hielo en unos 20 minutos.
La cueva del viento de Fugaku ocupa 200 metros bajo tierra y cuenta con impresionantes formaciones de lava, cuya belleza natural acentúa el inusual musgo claro que crece sobre ellas. Un rasgo destacado de esta cueva es que no hay eco: sus paredes de roca basáltica absorben el sonido.
* La información mostrada en esta página podría cambiar debido a la COVID-19.