Naramachi 奈良町

La ciudad conocida como Naramachi estuvo dominado por los comerciantes de Nara. Muchas de las residencias de los antiguos comerciantes se han transformado en museos, boutiques de moda, extravagantes cafés y tiendas especializadas en dulces japoneses. Naramachi, con templos como Gangoji y otras atracciones culturales, además de su combinación de fachadas tradicionales y contemporáneas, es una interesante zona para explorar.

Desde Osaka o Kioto, puedes llegar en tren hasta la estación del JR o de Kintetsu Nara.

Desde la estación Kintetsu Nara, hay unos 5 minutos a pie hasta el estanque Sarusawa-no-ike, en Naramachi, y unos 10 minutos a pie hasta la zona del templo Gangoji. Los autobuses circulares línea 1 y línea 2 operan desde la estación Kintetsu Nara y la estación JR Nara hasta Naramachi.

Puede ser muy divertido perderse por las calles de Naramachi. Los puntos de interés más populares incluyen el museo de artesanía local, en el que se puede visitar el pasado creativo de Nara, y la Residencia Imanishike Shoin, con sus jardines donde disfrutar de un buen té verde.

Las estrechas callejuelas del barrio están flanqueadas por residencias, muchas de ellas machiya,

casas adosadas construidas en estrechos solares, que sirven de escaparate y hogar a la vez. Gracias a las estrechas fachadas de las machiya, sus propietarios podían evitarse grandes impuestos, ya que se calculaban midiendo el acceso a la calle de los establecimientos.

En esta zona se encuentra también Gangoji , uno de los siete grandes templos de Nara. El primer templo se construyó en el siglo VI, con la ayuda del rey de Paekche, en Corea, y artesanos coreanos. Su arquitectura y sus tejas revelan, en particular, la influencia de los intercambios culturales entre las dos naciones.

En la antigüedad, el complejo del templo llegó a cubrir la mayor parte de la ciudad que, con el tiempo, terminó por invadir el entorno. El templo Gangoji es de gran relevancia por otra razón: aquí se encuentran los orígenes del Obon, el tradicional festival de verano en el que se honra a los muertos.

Pasearse por sus calles pobladas por edificios de inusuales paredes de estuco decorativo o barro y ventanas con celosía de madera es todo un regalo. Además de contribuir a reducir las cargas fiscales, estas profundas y estrechas casas ofrecían a los comerciantes una buena mezcla de funcionalidad, privacidad y comodidad. Los jardines interiores y de paso permitían el acceso de la luz y el viento a través de las casas, desde la parte frontal hasta la trasera. Otras innovaciones, como los kaidan-dansu —unas cómodas con escalones—, ofrecían un práctico espacio de almacenamiento.

Algunas machiya se transformaron en museos, en los que se pueden ver todas estas particularidades de cerca. El Naramachi Nigiwai-no-le es una casa adosada de 100 años de antigüedad donde los visitantes pueden experimentar la vida tal y como era en el pasado. La Naramachi Koshi-no-Ie (Naramachi Lattice House o casa de celosía de Naramachi) es una réplica exacta de una casa adosada tradicional de antaño.

A medida que crece el interés por las machiya, muchas de ellas se están transformando en elegantes cafeterías y tiendas o, incluso, casas de huéspedes. En la zona, podrás encontrar muy buena comida, bares pintorescos, artesanía, dulces tradicionales y boutiques de moda.

Se recomienda dedicar medio día a conocer Naramachi, incluyendo el templo Gangoji , el Naramachi Nigiwai-no-le, la Residencia Koshi-no-Ie, el Museo de Artesanía de Nara, el estanque de Sarusawa-no-ike y algunas tiendas. Puedes combinarlo con una visita al parque de Nara , el templo Todaiji , el santuario Kasuga Taisha y el templo Kofukuji para disfrutar de todo un día de turismo por Nara.