Espeleología en Fukushima
Entre el centro de interconexión de Koriyama y la ciudad costera de Iwaki se encuentra uno de los sistemas de cuevas de piedra caliza más amplio y complejo de Japón. La cueva de Abukuma cuenta con algunas de las mayores formaciones de estalactitas y estalagmitas de Asia. Esta es una visita inolvidable para cualquiera que disfrute de un viaje por carretera en la prefectura.
Datos breves
Sus 3000 metros de cuevas se descubrieron en 1969, y 600 metros de ellos están abiertos al público
No te pierdas
- El «árbol de Navidad», la estalagmita más grande de Asia
- Abukuma-jinja, un pequeño santuario con espectaculares vistas
- Los inmensos campos de lavanda en flor durante junio y julio
Cómo llegar
Ir en coche es la mejor manera de llegar a las cuevas, que están a 15 minutos de la salida Ono de la autopista Ban-Etsu desde Koriyama o Iwaki, o bien a través del intercambiador de Tamura Smart. Abundan las plazas de aparcamiento gratuitas.
Otra opción es tomar un taxi desde la cercana estación de tren de Kanmata (5 minutos), por la que pasa la línea JR Ban-Etsu Este. Es un pintoresco trayecto en tren desde Koriyama hasta Iwaki, a las que se puede llegar desde Tokio .
Bien iluminada, pavimentada y con impresionantes formaciones
La cueva de Abukuma es de piedra caliza y se descubrió en 1969. La cueva no solo cuenta con muchas estalactitas y estalagmitas, sino también con formaciones conocidas como reticulado o boxwork. Se trata de una formación compuesta por finas láminas de calcita que se proyectan desde las paredes y techos de la cueva formando un motivo que recuerda a un panal.
Dentro de la cueva de Abukuma, los espeleotemas componen formaciones espectaculares, como el famoso árbol de Navidad y la Escarcha Plateada. Takine Goten, la catedral, es un amplio espacio con muchos espeleotemas, y a veces se utiliza de auditorio para actuaciones musicales.
La iluminación del interior de las cuevas crea un ambiente fantástico y misterioso, sobre todo en las cavernas Takine Goten y Tsuki no Sekai (Mundo lunar), donde la luz cambia cada pocos segundos generando un ambiente extraño y alucinógeno.
Los alrededores
Después de recorrer esta maravilla subterránea, puedes adquirir productos a base del agua de manantial del lugar y tomar fideos soba o udon. También puedes visitar el Observatorio Hoshinomura, que alberga un planetario. El santuario Abukuma-jinja está también allí mismo y ofrece soberbias vistas. Y todo esto, a tiro de piedra.
En la ladera de la montaña se cultivan 50 000 plantas de lavanda, que florecen entre mediados de junio y principios de julio.
Los espeleólogos más aventureros pueden visitar la cueva de Irimizu, más escarpada. Se encuentra a poca distancia de la cueva de Abukuma, al igual que la temible deidad protectora de la ciudad de Funehiki.
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