Estanque de Monet 名もなき池 モネの池

Los japoneses son unos maestros a la hora de convertir la naturaleza en arte. El fascinante Namonaki Ike, más conocido como el estanque de Monet, rinde homenaje al maestro del impresionismo Claude Monet por su asombroso parecido con la serie de cuadros de nenúfares del artista.

Lo más interesante es que, al parecer, este fenómeno no ha sido intencionado. El mundo lo ha descubierto gracias a las redes sociales.

Es más fácil llegar al estanque en coche, pero salen autobuses desde la estación de Gifu unas diez veces al día.

Toma el autobús N83, en la parada 2, hasta Horado Kiwi Plaza. Una vez allí, sube al autobús gratuito Itadori Fureai hasta Monet Ike-mae, desde donde solo tendrás que caminar un poco hasta el estanque. En total, tardarás unos 90 minutos.

Merece la pena visitar el estanque, especialmente a principios de verano. En las aguas cristalinas, bajo los nenúfares, las carpas nadan apaciblemente, rodeadas de frondosa vegetación y flores de vibrantes colores. Comparar la escena con la serie que el maestro francés pintó entre 1920 y 1926 es inevitable.

El estanque se ha convertido en un enclave muy popular y recibe muchas visitas, especialmente de aficionados a la fotografía, pintores y parejas jóvenes, por lo que tendrás que tener paciencia si quieres encontrar un buen sitio en el puente de madera y el mirador. Sin embargo, si lo consigues, el viaje habrá valido la pena, porque la belleza y la calma del lugar te hechizarán.