Uno de los tres jardines más famosos de Japón
El jardín Kenrokuen es el gran atractivo turístico de Kanazawa y tiene una larga historia. La familia Maeda creó el jardín a lo largo de varios siglos y, a día de hoy, es uno de los mejores ejemplos de jardín japonés por el que pasear. Siempre hay algo de lo que disfrutar en cada época del año.
«Kenrokuen» significa «jardín que combina seis características», que son: espacio, retiro, artificio, antigüedad, agua y magníficas vistas. No todos los jardines de Japón combinan estas seis características como el Kenrokuen.
No te pierdas
- La fuente de agua bombeada de forma natural bajo el estanque de Kasumigaike, que alcanza una altura de 3,5 metros
- La casa de Seisonkaku, que presume de dos estilos arquitectónicos diferentes
- Kotojitoro, el farol de piedra y símbolo del jardín, conocido por su diseño de dos soportes
Cómo llegar
Se puede llegar muy fácilmente a Kenrokuen tomando el autobús desde la estación de Kanazawa.
El trayecto tarda 20 minutos y cuesta 200 yenes. Los titulares del JR Rail Pass pueden subir a los autobuses de la JR en dirección a Korinbo. El jardín está muy cerca de otros puntos de interés turístico en Kanazawa.
La evolución del parque
Kenrokuen fue en su momento un jardín privado que perteneció a la familia Maeda, que reinó sobre los dominios de Kaga desde el Castillo Kanazawa . La familia Maeda fue muy poderosa en el Japón medieval después del shogunato. Su construcción se inició en 1676 con un jardín ornamental, llamado Renchitel y, a partir de aquí, fue evolucionando a lo largo de tres siglos.
En 1822, el jardín adoptó su nombre actual y, en 1874, el jardín abrió sus puertas por primera vez al público.
Haz meditación plena de la época samurái
Todos los rasgos de un jardín japonés tradicional están presentes: estanques, faroles de piedra, cascadas, caminos empedrados, puentes, riachuelos, casas del té y colinas artificiales. Puedes pasar horas deambulando por este enclave natural y disfrutando de la serenidad del entorno, diseñado para la meditación durante la época feudal.
Disfruta de Kenrokuen en cualquier época del año
Los ciruelos y cerezos florecen en la primavera, además una gran variedad de especies lo hacen en verano, como la azalea. En otoño, las hojas de arce japonés tiñen el paisaje de un tono rojizo. La palabra «momijigari» hace referencia al paseo para la contemplación de las hojas otoñales de arce y, este jardín, es el enclave idóneo para ello. Durante el invierno, los pinos nevados junto al estanque ofrecen una postal romántica. Los árboles también se iluminan durante un corto período durante los meses de enero y febrero.
Árboles encordados
Habrás visto que los pinos en invierno en Japón a menudo tienen como una especie de paraguas de cuerdas, sujetas desde un poste desde arriba hasta las ramas más bajas. Es la técnica de Yukitsuri, que sirve para preservar las ramas de los árboles y evitar que se rompan por el peso de la nieve de las grandes nevadas que caen en invierno. Se trata de árboles viejos, sobre todo el famoso pino ancestral de 200 años de Kenrokuen. Los yukitsuri se empiezan a montar el 1 de noviembre y se retiran alrededor del 15 de marzo.
Una magnífica casa japonesa tradicional
En el extremo sureste del jardín, encontrarás una casa de campo, construida en 1863 por el daimio Nariyasu Maeda, como lugar de retiro para su madre. Esta enorme edificación de dos plantas está construida en dos estilos arquitectónicos diferentes. La planta principal pertenece al estilo denominado buke-shoin, una estancia formal para recibir invitados; y el diseño de la segunda planta se llama sukiya-shoin, con un acabado en color rojo, azul y púrpura, que aporta un ambiente mucho más distendido y relajado.
La casa Seisonkaku se usa hoy en día como museo, con muestras de muñecas, kimonos y cuadros.
Kenrokuen y sus alrededores
Los jardines llevan al Castillo Kanazawa . Solo tienes que cruzar el puente al traspasar la gran puerta de Ishikawa. Fuera de la puerta Katsurazaka del jardín, el paseo peatonal está repleto de pequeños restaurantes y cafeterías que sirven almuerzos, té y helados cubiertos en hojas de oro. Kanazawa es el mayor productor de hojas de oro comestible con un 99 % del total de la producción nacional. Hay varias cafeterías, tiendas e incluso museos, que venden estas hojas de oro en distintos formatos. La artesanía y los oficios artísticos tradicionales tienen un gran peso en la vida de Kanazawa , y son un reflejo del poder y de la riqueza de la familia Maeda y su compromiso con las artes.
Hay varios museos por las inmediaciones a los que se puede llegar fácilmente a pie, entre los que destacan: el Museo de Arte Contemporáneo del Siglo XXI , el Museo de Arte de la Prefectura de Ishikawa y otros lugares donde seguir explorando y descubriendo otras manifestaciones de la cultura japonesa, como el Centro del Kimono de Kaga Yuzen y el Museo Noh de Kanazawa.
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