Hokusai Katsushika fue un maestro de ukiyo-e, una técnica pictórica y xilográfica que prosperó en Japón entre finales del siglo XVII y finales del XIX.
La palabra «ukiyo» significa «este mundo» o bien «el mundo presente». El ukiyo-e es una forma de arte que refleja representaciones de los temas cotidianos preferidos por la gente común, como escenas del día a día en ciudades y aldeas, mujeres hermosas y paisajes turísticos.Un ejemplo de ello son las famosas «Treinta y seis vistas del monte Fuji» de Hokusai, entre las que destaca la conocida pintura de «La gran ola de Kanagawa». Este estilo japonés y, más concretamente la obra de Hokusai, sirvieron de inspiración a artistas occidentales de la talla de Monet y Van Gogh.
Hokusai, cuando llegó a Obuse en 1844 por mandato y deseo de un comerciante local llamado Takai Kozan (1806–1883), era uno de los artistas más destacados de Japón. Allí, trabajó en un estudio anexo y generó una gran variedad de nuevas creaciones.
El Museo de Hokusaikan, fundado en 1976, es un tesoro oculto del trabajo que el artista realizó y donde se incluyen, entre otras obras, xilografías, pergaminos, dos carrozas de festival decorados de forma intrincada y algunos de los excepcionales trabajos tridimensionales del artista.
El complejo mural que realizó el artista en el techo del templo Ganshoin, situado aproximadamente a 1 kilómetro de distancia, es una obra que no debes perderte. Este templo Soto Zen fue fundado en 1472 y el mural de Hokusai fue una de las últimas obra a gran escala del artista. El templo está a 30 minutos a pie o a 10 minutos en autobús del centro de Obuse.
A poca distancia del Museo de Hokusaikan, se encuentra el Museo Conmemorativo de Takai Kozan, donde podrás ver dibujos de Hokusai, algunas obras de Takai Kozan y el estudio donde trabajó Hokusai, llamado Hekkiken.
Obuse presume de ser una de las localidades más bellas de todo Japón. Sus calles pavimentadas con bloques de madera de castaño son estupendas para pasear tranquilamente y sin prisa mientras descubres las más modernas tiendas y cafeterías que las flanquean.
Esta localidad es famosa, desde hace mucho tiempo, por sus castañas, tal y como testimonian sus múltiples y encantadoras cafeterías, donde podrás probar todo tipo de dulces y pasteles elaborados a base de este fruto.
También el sake local es muy famoso, con algunas variedades que todavía se hacen de forma artesanal en barricas de cedro. Haz una parada en la fábrica Masuichi-Ichimura o en Matsubaya para probar alguna de las variedades de la zona.