Monte Fuji 富士登山

Parafraseando un antiguo refrán japonés, «el sabio sube al monte Fuji una vez en la vida; solo el necio lo sube dos veces».

En el pasado, la ascensión al monte Fuji era considerada una peregrinación religiosa para honrar al espíritu de uno de los picos más bonitos e icónicos del mundo. Además de ser una aventura famosa por su belleza natural y su significado cultural, subir a la cima del monte Fuji es una experiencia incomparable.

Hay diversas maneras de llegar en tren o autobús al comienzo de las tres rutas que llegan al monte Fuji en la vertiente de Shizuoka.

La línea de tren bala JR Tokaido va desde la estación de Tokio hasta la de Odawara. En Odawara, haz transbordo a la línea JR Gotemba y bájate en la estación de Gotemba. Desde allí (en la línea JR Gotemba), toma un autobús hasta el inicio del sendero Subashiri en la 5ª estación, o el inicio del sendero de la 5ª estación de Gotemba .

Para subir a la cima puedes elegir entre la ruta Subashiri , la ruta Fujinomiya , la ruta Gotemba y la ruta Yoshida . Todas ellas parten de «la quinta estación». Abren el 10 de julio —a excepción de la ruta Yoshida , que abre el 1 de julio— y cierran el 10 de septiembre. Estas fechas están sujetas a cambio en función de las nevadas. Cada ruta tiene sus peculiaridades y cuenta con su propio código de color para que no te pierdas.

Al comienzo de la subida puede que haga mucha humedad y calor, pero es probable que en la cima esté lloviendo, haga viento y las temperaturas estén bajo cero, incluso en verano. Lleva ropa de abrigo impermeable y mucha agua. No olvides guardar algo de energía para la bajada, ya que la pendiente y las rocas volcánicas sueltas pueden entrañar cierta dificultad. La mayoría de lesiones se producen precisamente en la bajada.

Puedes subir al monte Fuji durante el día, cuando las temperaturas son más cálidas, pero el mejor momento para estar en la cima es durante el amanecer. Para poder contemplarlo desde arriba, puedes iniciar la ascensión a medianoche o alojarte en uno de los refugios que hay en la montaña. Si optas por subir de noche, evitarás el tórrido sol de verano y, al mismo tiempo, disfrutarás del amanecer a medida que subes. Es necesario hacer reserva para quedarte en los refugios y debes tener en cuenta que los alojamientos son mixtos y comunes.

Contemplar el amanecer desde el monte Fuji es una experiencia que te dejará sin palabras. El sol hace su primer acto de presencia en el horizonte oriental y, al estar muy por encima de las nubes, será un amanecer totalmente distinto a ningún otro que hayas visto antes.

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