La antigua casa de retiro de un shogun y un clásico templo zen en la actualidad
El templo Ginkakuji fue originalmente construido como casa de retiro del shogun del siglo XV, Ashikaga Yoshimasa. Hoy en día es un clásico templo zen y el ejemplo perfecto de la estética wabi-sabi, que resalta la belleza de la imperfección. Antes de convertirse en un templo, la villa del shogun fue un centro de la cultura de Higashiyama y la cuna de la ceremonia del té, los arreglos florales, la poesía y el teatro Noh. Hoy, Ginkakuji es uno de los templos más conocidos de Kioto.
Si bien su nombre se traduce como el «Pabellón de Plata», en este templo hay de todo menos plata. El shogun Ashikaga Yoshimasa tenía previsto cubrir el edificio exterior con pan de plata, pero nunca llegó a hacerlo.
No te pierdas
- Ginkaku, el edificio principal del templo
- Encontrar la paz interior en el inmaculado jardín zen
- Otro tesoro arquitectónico del recinto, como la casa de té
Cómo llegar
El templo Ginkakuji está en la zona norte del barrio de Higashiyama, en Kioto. Se encuentra en el corazón del casco antiguo de Kioto y cerca del que fuera el Palacio Imperial de la ciudad .
Toma los autobuses 5 o 17 desde la estación de Kioto hasta la parada de Ginkakuji-michi. Desde aquí, deberás andar 10 minutos.
En homenaje al Kinkakuji
En 1460, el shogun Ashikaga Yoshimasa construyó originalmente el complejo en la zona este de Kioto para que fuera su casa de retiro. En 1482 añadió la estructura que hoy conocemos como el Pabellón de Plata, un vestíbulo dedicado al bodhisattva Kannon. Lo diseñó con la intención de que fuera una réplica más pequeña y humilde del Kinkakuji —o Pabellón de Oro— encargado por su abuelo, Ashikaga Yoshimitsu.
La belleza de la imperfección
En lugar de oro, Ginkaku debía haberse cubierto de una capa de plata, aunque nunca llegó a hacerse. Así, el aspecto actual inacabado se dice que es el mismo que vio Yoshimasa por última vez. Esto representa a la perfección la concepción budista del wabi-sabi.
En 1485, Yoshimasa se convirtió en monje y pasó a llamarse Jisho —misericordia radiante—; de ahí que el nombre oficial del templo sea Jishoji. Tras su fallecimiento en 1490 y a petición suya, el complejo se convirtió en templo.
Un referente arquitectónico
El edificio Togudo, construido en 1468 y que encontrarás, según entras, a la izquierda del Pabellón de Plata, es la segunda estructura más importante de este complejo. Es un vestíbulo budista construido como si fuera una residencia. Durante generaciones, el Togudo fue una obra arquitectónica extremista que influyó en la arquitectura de la élite militar.
También ha servido de inspiración para la construcción de las casas japonesas de la era moderna. Algunas de sus características distintivas en su época son el shoin interior —o sala de audiencias—, estanterías escalonadas, el tokonoma o sala de recepción para la apreciación artística, y las pinturas en los fusuma o puertas correderas. Todos estos elementos siguen siendo habituales en la mayoría de casas tradicionales japonesas. Se cree que es el primer ejemplo de un tatami de 6,89 metros cuadrados —4,5 jordans—, que se ha convertido en la medida estándar para la ceremonia del té.
Su deseo por encontrar la paz
El mandato de Yoshimasa como shogun se caracterizó por ser un período de conflictos y guerras, entre las que destaca la rebelión de Onin entre 1467 y 1477. No fue un gobernante demasiado habilidoso y quiso retirarse en un lugar donde pudiera disfrutar de la tranquilidad. Siendo un gran mecenas de las artes, invitó a pintores y poetas a su hogar.
Cultura de arraigo nacional
Ginkakuji fue el epicentro de la cultura de Higashiyama, de gran influencia entre la nobleza y la clase plebeya por igual. Fue en esta época en la que se desarrollaron la mayoría de las artes que hoy se conocen en todo el mundo como tradicionalmente japonesas, incluidos la ceremonia del té, el diseño de jardines, el teatro Noh, los arreglos florales, o ikebana, y la arquitectura japonesa.
El recinto del templo Ginkakuji
El jardín de arena de Ginkakuji es famoso por la meticulosa disposición de su escultura de arena, que, al parecer, representa al monte Fuji.
Este clásico templo japonés es uno de los principales atractivos de Kioto, por lo que te recomendamos que lo visites fuera de temporada o bien justo cuando abre o está a punto de cerrar. Detrás del jardín hay un sendero en el que podrás evadirte de la multitud para llegar a la cima de una colina que ofrece magníficas vistas del templo y la ciudad en la periferia.
Si bien el templo puede visitarse en 1 hora, en los alrededores encontrarás numerosos lugares de interés conocidos, que convierten a la zona en un interesante destino por derecho propio. Aquí podrás visitar abundantes templos y santuarios, como los templos Chion-in y Nanzenji, y el santuario Heian Jingu . También cerca está el Camino de la Filosofía , una ruta serpenteante a lo largo de un riachuelo con una vegetación arbórea que invita a la contemplación.
Completan la fantástica visita a este distrito el zoo de Kioto, el Museo Municipal de Arte de Kioto, el Museo Nacional de Arte Moderno y muchas otras instalaciones dedicadas al arte y la cultura de Kioto y Japón.
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