Quince piedras y arena blanca para expresar el mundo Zen
El jardín de rocas del templo Ryoanji es uno de los jardines de mayor interés turístico de Kioto. De hecho, es tan famoso que el nombre se ha convertido en sinónimo de jardín japonés en todo el mundo. Con su arquitectura tradicional y sus jardines, Ryoanji ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y no debes perdértelo en tu visita a Kioto .
No te pierdas
- La pila de piedra en el lado norte de las cámaras del sacerdote
- Un paseo por los terrenos del templo, espléndidos durante la temporada de floración de los cerezos
- Visitarlo justo cuando abre o cierra, el momento en el que hay pocos visitantes
Datos breves
Ryoanji ha aparecido en numerosos libros y fotografías, y también ha influido en la música del compositor John Cage
La puerta en el lado este del jardín de rocas está reservada exclusivamente para los enviados imperiales, aunque fue usada por la reina Isabel II de Inglaterra durante su visita en 1975
Cómo llegar
Se puede llegar al templo en tren o autobús.
Ryoanji está a diez minutos a pie de la estación de Ryoan-ji en la línea Keifuku Kitano. Como alternativa, también puedes tomar la línea de autobús 59 desde la estación de Sanjo Keihan hasta la parada de Ryoan-ji-mae, que está justo enfrente del templo. Existen billetes de uno o dos días disponibles con viajes ilimitados en autobús y metro por toda la ciudad.
Un refugio tranquilo para la aristocracia
Aunque los orígenes y el creador del jardín de roca siguen siendo todo un misterio, el templo inicialmente fue concebido como residencia para el señor de la familia aristocrática Tokudaiji. Posteriormente, en 1450, pasó a ser de Hosokawa Katsumoto, un diputado del Shogun, quien invitó al sacerdote Giten Genso a convertirlo en un templo zen.
Se dice que este jardín de rocas, de fama internacional, fue creado a finales del periodo Muromachi (alrededor de 1500), por un monje zen muy respetado llamado Tokuho Zenketsu.
Un universo entero de piedra y arena
Con un diseño aparentemente sencillo de quince rocas de diferentes tamaños colocadas sobre arena blanca en un espacio de unos 250 metros cuadrados, el significado del jardín ha sido un enigma desde su concepción.
Hay una teoría que dice que representa unos islotes en un océano, o bien montañas en un mar de nubes. Otros piensan que representa a una tigresa con sus cachorros cruzando un río. Se podría asemejar a un rompecabezas zen intuitivo, todo va a depender de la interpretación e imaginación de cada espectador.
Un cambio en la forma de ver el mundo
Las quince rocas del jardín están dispuestas de tal forma que siempre queda una roca escondida detrás de otra desde cualquier ángulo desde donde se mire. En él, se hace referencia al concepto asiático del número quince como número de la perfección. El ser humano no es perfecto y su falta de perspectiva ilimitada le hace imposible ver todas las piedras alineadas.
Un lenguaje figurado
En el pequeño jardín situado en la parte trasera de las cámaras del sacerdote, podemos encontrar una pila de piedra único llamado «tsukubai». Se colocó para que los visitantes se limpiaran las manos antes de entrar en la sala de la ceremonia del té.
La pila redonda parece una antigua moneda japonesa y tiene una inscripción de cuatro letras alrededor del borde, que no significa nada cuando se leen seguidas. Sin embargo, si se combinan en el cuadrado del centro (que tiene la forma de lo que en japonés significa «boca»), los cuatro caracteres significan «uno sabe que tiene lo que necesita».
Evitar la multitud
Si quieres disfrutar de un momento de tranquilidad para meditar en el jardín, llega cuando abran por la mañana, ya que el lugar recibe muchos turistas a lo largo del día. Después de meditar, disfruta de un paseo por los jardines tradicionales o puedes hacer una parada en Seigenin, que está situado en el recinto del templo, para saborear un plato purificador de tofu al estilo de Kioto.
* La información mostrada en esta página podría cambiar debido a la COVID-19.