GUÍA Tradiciones en templos y santuarios Una guía para visitar santuarios y templos en Japón

Los santuarios pertenecen a la tradición sintoísta y se caracterizan por una puerta torii en la entrada. Los templos son el lugar de culto del budismo y se caracterizan por una puerta sanmon en la entrada. Hay grandes puertas sanmon ante templos como el Todaiji , en Nara , o el Sensoji, en Tokio, con impresionantes tejados y fieros guardianes esculpidos en sus columnas, llamados niozo.

Todos los santuarios tienen una puerta torii, incluso si no tienen un edificio principal para alojar al espíritu o deidad. La puerta torii indica el límite entre el terreno sagrado y el mundo secular. La forma correcta de entrar es inclinarse una vez ante la puerta torii, aunque no siempre se hace. Es costumbre no atravesar la puerta justo por el centro. Desvíate un poco hacia la izquierda o la derecha del centro.

En el pabellón de agua de temizuya, dentro del recinto del santuario, purificarás tu cuerpo y tu mente con agua antes de presentarte ante el dios. Recoge agua con el cazo que te entregan y enjuágate las manos y la boca siguiendo los pasos siguientes (con un cazo de agua se pueden hacer los tres pasos):

Primero, recoge agua con el cazo con la mano derecha y viértela sobre la mano izquierda.

Después, sujeta el cazo con la mano izquierda y vierte agua sobre la mano derecha.

Finalmente, vierte agua sobre la mano izquierda, enjuágate la boca y escupe el agua al lado de la fuente. Nunca toques el cazo directamente con la boca.

Cuando llegues al altar, tira una moneda suavemente en la caja de ofrendas.

Toca la campana para saludar a la deidad.

Inclínate dos veces.

Da dos palmadas para mostrar tu gozo y respeto a la deidad.

Reza una oración con las manos juntas.

Inclínate una vez más.

En los templos, el ritual de la oración no es tan estricto como en los santuarios. No obstante, se recomienda un comportamiento discreto y respetuoso. Si un templo tiene temizuya, purifica tus manos y boca de la misma manera que lo harías en un santuario y dirígete al altar.

En muchos templos se quema incienso (osenko), que podrás comprar dejando una moneda en la caja de ofrendas. Después de encender el incienso y apagar la llama agitando (y no soplando), colócalo en el quemador de incienso y reza una oración en silencio con las manos juntas. Verás que muchos visitantes echan el humo hacia el cuerpo, porque se cree que tiene poderes curativos. No hace falta dar palmadas.

Puede que tengas que quitarte los zapatos al entrar en el edificio de un templo. Déjalos en los estantes que hay a la entrada, o llévalos contigo en las bolsas de plástico que suelen facilitar algunos templos. No olvides ponerte un buen par de calcetines. Presta atención a las señales por si está prohibido tomar fotos dentro del templo.