GUÍA Más allá de senderos más conocidos de Japón Japón tiene muchos lugares poco explorados que descubrir
Japón tiene mucho que ofrecer, tanto a visitantes frecuentes en búsqueda de algo nuevo como a personas que simplemente quieran salirse de los senderos batidos
El itinerario tradicional de los turistas extranjeros comienza con la llegada a Tokio, donde recorren los lugares de interés de la capital antes de tomar un tren bala hasta la antigua ciudad de Kioto, después Osaka y, a menudo, Hiroshima. La Ruta del oro de Japón está muy consolidada y, sin duda alguna, ofrece una buena visión general sobre la nación y su cultura, historia, gastronomía y gente a aquellas personas que visitan el país por primera vez. Sin embargo, al dejar pasar gran parte de Japón como un destello a través de las ventanas del tren bala, nunca sabrás lo que te estás perdiendo. Para el viajero más aventurero, salirse de los senderos batidos puede ser una experiencia muy gratificante. Tal vez se necesite algo más de valor y, por supuesto, voluntad para arriesgarse a enfrentarse a una situación o un lugar que no aparece en la guía, pero puedes contar con la seguridad de que los japoneses con los que te encuentres serán educados y atentos en todo momento, por lo que bien merece la pena la experiencia.
Más allá de la trillada Ruta del oro
La nueva Ruta del oro es una ambiciosa alternativa a la ya tan trillada opción. Esta nueva alternativa, que ya lleva décadas utilizándose, también une Tokio con Kioto, pero lo hace siguiendo un curso menos directo. Si sales hacia el norte de la capital en tren, puedes hacer una parada en el Museo de Arte del Bonsái de Omiya, en la prefectura de Saitama, y sumergirte en las terapéuticas aguas de Ikaho Onsen , en la prefectura de Gunma, antes de acercarte a ver a los macacos de nieve de Nagano relajándose en Shibu Onsen .
Puedes ir haciendo paradas para explorar la impresionante garganta de Kurobe y los bellos paisajes urbanos de Takayama , en la prefectura de Gifu, antes de adentrarte en la histórica Kanazawa , donde el corazón del casco antiguo se mantiene igual que hace 100 años, y Kenrokuen, uno de los tres mejores jardines paisajísticos del país.
Más allá de Kanazawa se encuentra la prefectura de Fukui, una zona que, aunque se suele pasar por alto, alberga el impresionante castillo de Maruoka
justo antes llegar al destino de la ruta, Kioto.
Diamantes del norte
En una dirección completamente diferente, la Ruta del diamante transcurre por las prefecturas de Fukushima, Tochigi e Ibaraki, al norte de Tokio, y ofrece visitas intercaladas a onsen, castillos y festivales, y rutas de senderismo en bosques prístinos. Atraviesa la espectacular ciudad de montaña de Nikko y visita los templos y santuarios del lugar, cada uno de ellos con una historia diferente que contar.
Algunos de los medios de comunicación turísticos más respetados del mundo recomendaron Japón como destino no masificado de turistas en 2019. Condé Nast Traveler destacaba las islas del mar interior de Seto, que acogieron el Festival Internacional de Arte de Setouchi, y los nuevos lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO vinculados a la historia cristiana oculta de Nagasaki.
Del mismo modo, Lonely Planet, la biblia de los viajeros con presupuestos bajos, continúa sugiriendo hacer una parada en la prefectura de Oita, en Kyushu, y en las hermosas montañas y espectacular costa de Iwate , al nordeste de Honshu.
Todas estas recomendaciones demuestran que, por cada uno de los destinos famosos de Japón, hay otro igual de impresionante y, ciertamente, menos visitado.
Otros destinos
Por ejemplo, en lugar de abrirse paso a codazos para poder disfrutar de una vista del monte Fuji, puedes acercarte al monte Daisen , un pico volcánico de 1709 metros, que es igualmente simétrico y está cubierto de nieve durante los meses de invierno. Como guiño a su pariente más famoso, también se conoce a este volcán, situado en la prefectura de Tottori, en el extremo oeste de Honshu, como Hoki Fuji.
Del mismo modo, Kanazawa es conocida como la «pequeña Kioto», pero sin las aglomeraciones. Su patrimonio arquitectónico, como el castillo de la ciudad y el santuario Oyama-jinja, se conserva en buenas condiciones, mientras que en las calles del distrito de las geisha todavía resuena por la noche el cloc cloc de los zuecos de las mujeres inmaculadamente vestidas.
En verano, se pueden visitar las playas de la prefectura de Okinawa, pero las aguas de las bahías de la prefectura de Wakayama son igual de claras y fácilmente accesibles desde las principales ciudades de Japón. Si quieres una alternativa a las bulliciosas ciudades de Tokio u Osaka, no busques más: tu destino es la cosmopolita y vibrante ciudad de Fukuoka , famosa por sus puestos de comida yatai.
Aunque los aficionados al esquí podrían insistir en que no hay ningún lugar en el país con una nieve más fina que Hakuba o Niseko, cualquiera que haya probado los más de 5 kilómetros de senderos de nieve de Appi Kogen podría no estar de acuerdo. Olvídate de compartir las impresionantes estructuras de paja gassho-zukuri de Shirakawa-go con otros viajeros y visita construcciones similares y edificios agrícolas en la cercana Gokayama.
El avistamiento de hielo a la deriva en el mar de Ojotsk es una estimulante experiencia
Indiscutiblemente japonés
No es necesario esforzarse para descubrir un lugar, pasatiempo u ocasión exclusivamente japoneses.
Por ejemplo, en la prefectura de Mie puedes visitar el museo de la isla donde crecieron las primeras perlas que se cultivaron en el mundo. Disfruta viendo a los tradicionales buzos ama sumergiéndose bajo de la superficie para volver con ostras perladas en las manos. En el extremo norte de Hokkaido, te invitarán a enfrentarte a las temperaturas bajo cero de invierno para ponerte un traje seco y disfrutar de los pequeños trozos de hielo a la deriva que flotan en el mar de Ojotsk. No te olvides de que, aunque los pequeños bergs del tamaño de un coche parezcan perfectamente estables, pueden oscilar alarmantemente bajo el peso de un pasajero humano. También puedes admirar el hielo flotante desde el calor de un crucero.
En marcado contraste, otras ciudades más afines al patrimonio industrial de Japón ofrecen recorridos turísticos a través de aquellas plantas y fábricas que tan clave son o han sido para la economía de la nación. Kawasaki, entre Tokio y Yokohama, fue una de las pioneras de este tipo de excursiones, especialmente impresionantes desde un pequeño barco por la noche. Hay recorridos similares que incluyen partes de Yokkaichi, en la prefectura de Mie, cerca del centro de fabricación de la prefectura de Aichi.
Otro crucero en barco permite acercarse a los famosos remolinos de Naruto , que giran y giran en los estrechos de 1,3 kilómetros de ancho que separan Shikoku de la isla de Awaji . La naturaleza es igual de majestuosa en Tottori, en la costa del mar de Japón, donde una anomalía geográfica ha creado una serie de enormes y elevadas dunas que se pueden explorar a pie o en camello. Si tienes espíritu aventurero, puedes intentar deslizarte en trineo por las empinadas dunas.
La arena es también el ingrediente vital en Ibusuki Onsen , en la prefectura de Kagoshima, donde puedes disfrutar de una alternativa al pasatiempo japonés de relajarse en aguas termales enterrándote hasta el cuello en la caliente arena volcánica.
Para los amantes de los animales, Okunoshima, más conocida como la «isla de los conejos», es de visita obligada. Esta isla de menos de un kilómetro de diámetro situada en el mar interior, frente a Hiroshima, está repleta de conejos salvajes que reciben con simpatía a los seres humanos. El centro para zorros, situado en las montañas de la prefectura de Miyagi, también merece una mención especial.
Una gran variedad de opciones
Aunque a algunas personas les puede resultar algo desalentador, recorrer Japón, pedir en restaurantes y organizar el alojamiento es cada vez más fácil para los visitantes extranjeros. Afortunadamente, muchos de los principales operadores turísticos organizan viajes con todo incluido a destinos menos transitados por turistas, mientras que muchas empresas más pequeñas también ofrecen itinerarios especializados para visitantes con intereses específicos.
Los recorridos en bicicleta son una de las alternativas cada vez más demandadas, junto con otras actividades al aire libre, como el esquí y el senderismo. En 2004, las antiguas rutas de peregrinación del Kumano Kodo , en la península de Kii, fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO. Si bien el alojamiento en templos de Koyasan goza de una gran popularidad, la zona ofrece también muchas otras oportunidades únicas, desde la observación de aves hasta la práctica del buceo, pasando por recorridos culinarios y visitas dedicadas a la exploración de algunas actividades artesanales tradicionales, como la cerámica, el teñido, la carpintería o la metalurgia.
Moverse por la zona
La amplia y muy fiable red de servicios de transporte público de Japón supone una importante ventaja para los viajeros independientes. Después de todo, el mundo le debe a Japón la aparición del tren bala. Esta red de trenes de alta velocidad que puede llevarte a todos los rincones del país, se complementa con trenes y autobuses que prestan servicio a las zonas locales. Muchos de estos trenes más pequeños operan únicamente un par de veces por hora y tienen un solo vagón, pero todo forma parte de la experiencia.
Para mayor comodidad, varios operadores de transporte disponen de abonos regionales, como el Hokuriku Arch Pass, que permite viajar de forma ilimitada en los trenes shinkansen de JR, en los trenes convencionales e incluso en algunos ferrocarriles privados durante siete días consecutivos. El abono sale significativamente más económico que comprar billetes separados para cada viaje.
Lánzate a la carretera
Otra opción para los viajeros independientes es alquilar un coche para una visita. Al igual que el resto de las redes de transporte del país, las carreteras de Japón están bien mantenidas y son eficientes. Los conductores nipones son educados y considerados con otros conductores.
Aunque se pueden encontrar empresas de alquiler frente a cualquiera de las principales estaciones del país, lo habitual es tener que hacer una reserva con antelación a través de un sitio web. La mayoría de las empresas ofrecen servicios en otros idiomas y los sistemas de navegación de los automóviles también se pueden programar para que den las instrucciones en otros idiomas.
La carretera abrirá ante ti un sinfín de aventuras tan pronto como gires la llave de contacto.
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