Okinawa Okinawa Playas vírgenes, coloridos arrecifes de coral y una selva subtropical
Descubre una cultura isleña marcada por el calor del sol subtropical, playas de arena blanca, selvas de manglar y el remoto Reino de Ryukyu
Cómo llegar
La mayoría de los vuelos nacionales que llegan hasta el aeropuerto de Naha, en Okinawa, suelen salir de Tokio y Osaka. Sin embargo, también hay vuelos directos internacionales que conectan Okinawa con países como China, Corea del Sur, Singapur, Taiwán o Hong Kong.
Desde Tokio, hay vuelos diarios regulares al aeropuerto de Naha, situado en la isla principal de Okinawa, así como vuelos directos a la isla periférica de Ishigaki. Además, durante la temporada alta, también hay vuelos directos a la isla de Miyako. Para llegar en avión a islas periféricas como Miyako, Ishigaki, Yonaguni y Kume, es necesario hacer escala en el aeropuerto de Naha. Para desplazarse por Okinawa lo mejor es alquilar un coche o, dependiendo de la zona, una bicicleta o un escúter. Pero si prefieres desplazarte en transporte público, también puedes coger el monorraíl que va desde el aeropuerto de Naha hasta la antigua capital de Shuri atravesando Naha. Además, hay un servicio integral de autobuses en la isla principal, así como líneas de ferri entre las islas más cercanas.
No te pierdas
- Los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la isla principal, como son el castillo Shuri y la zona de las ruinas de Tamagusuku. El castillo de Shuri fue destruido por un incendio en 2019, pero los visitantes pueden ver el valioso proceso de reconstrucción del castillo hasta que éste termine en el año 2026
- Los tiburones ballena y la fascinante y diversa vida marina del acuario Okinawa Churaumi
- Relajarse en playas de arena blanca y nadar en las cristalinas aguas del océano
- Disfrutar la belleza natural de Yanbaru y la isla de Iriomote, lugares Patrimonio Natural de la Humanidad
Explorar Okinawa por zona
Lugares de interés de moda en Okinawa
Especiales locales
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Awamori
Un licor elaborado exclusivamente en Okinawa a partir de arroz de grano largo tipo índica y envejecido en ollas de barro para rebajarlo. El awamori se sirve tradicionalmente con agua y hielo pero también se puede beber solo. Una característica distintiva del awamori es que los ingredientes siguen madurando a lo largo del tiempo, haciendo que tanto el sabor como su aroma vayan evolucionando y suavizándose. El awamori que se ha envejecido durante más de tres años recibe el nombre de kusu.
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Textiles tradicionales
Los textiles de Okinawa son conocidos por ser productos artesanos de gran calidad. A lo largo de las generaciones, se han ido transmitiendo más de diez técnicas tradicionales de teñido y tejido. Para tejer se utilizan diversos materiales como fibras vegetales de ramio, algodón y seda, y los estilos de teñido kasuri ikat y de tejido «hanaori» se emplean para crear patrones con diseños muy precisos. Cada zona de la prefectura confecciona sus propios tejidos distintivos. El bingata, producido en la región meridional de la isla principal de Okinawa, es conocido por sus vivos colores. La remota isla de Miyako y las islas Yaeyama elaboran los tejidos de ramio Jofu con motivos ikat, mientras que la isla de Kumejima produce unos tejidos de seda llamados Kumejima Tsumugi. Durante el reinado del reino de Ryukyu (del siglo XV al XIX), las islas periféricas, entre las que se incluían las islas de Miyako, Yaeyama y Kume, pagaban al gobierno «telas de tributo» a modo de impuesto. Estos tejidos de calidad superior también se utilizaban para comerciar con otros reinos y dinastías gobernantes de la época. En la actualidad, Okinawa es uno de los mayores productores de estos tejidos en Japón.
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Azúcar moreno de Okinawa
Este azúcar, rico en minerales y elaborado con caña de azúcar de Okinawa, se caracteriza por su suave dulzor y un intenso sabor a melaza. A menudo, los terrones de este azúcar moreno se comen a modo de dulce durante la hora del té.
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Shiquasa
Shiquasa es la lima de Okinawa. Rico en vitamina C y con un punto ácido muy refrescante, este cítrico se utiliza como aderezo para el pescado a la parrilla o en batidos y cócteles de awamori, una bebida alcohólica típica de Okinawa.
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Goya chanpuru
El goya, o melón amargo, tiene un sabor cuanto menos sorprendente. Crudo puede resultar un tanto excesivo, pero en el goya chanpuru se mezcla con huevo, tofu y spam para convertir un simple revuelto en toda una exquisitez culinaria.
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Soki Soba
El soki se elabora con costillas de cerdo deshuesadas, awamori —como el shochu pero más fuerte—, salsa de soja y azúcar. Se mezcla con sopa de fideos y se esparce por encima cebolleta y jengibre encurtido. El ramen tropical.
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Vidrio de Ryukyu
Los orígenes del vidrio de Ryukyu, que se caracteriza por sus llamativos colores, se remontan al siglo XIX. En un primer momento, los fabricantes de Okinawa empezaron utilizando trozos de vidrio roto, que recuperaban de barcos extranjeros y botellas de sake y de salsa de soja, para producir diseños únicos. El vidrio de Ryukyu combina colores naturales —como las tonalidades azules y verdes del océano o las naranjas y amarillas del amanecer— con los valores típicos de Okinawa de «no desperdiciar, tener capacidad de adaptación y valorar la imperfección».
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Sanshin
El sanshin es un instrumento con un largo mástil parecido al banjo. Tiene tres cuerdas y antiguamente estaba forrado con piel de serpiente —en la actualidad se utiliza un forro de nailon. El sanshin tiene un sonido propio que propicia un ambiente isleño perfecto.
Aspectos destacados por estación
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Primavera
La primavera llega a Okinawa de manera anticipada. La floración de los cerezos tiene lugar entre finales de enero y febrero, mientras que las azaleas, los iris, los lirios y las hortensias hacen su aparición durante los meses de abril y mayo. Esta primavera temprana es la mejor época del año para avistar ballenas en la costa de la isla Zamami.
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Verano
El verano subtropical de Okinawa, que se prolonga de junio a octubre, incita a caminar entre cascadas y explorar las playas, los arrecifes de coral y los manglares de estas islas. Aprovecha para hacer esnórquel, bucear, hacer kayak y muchas otras actividades.
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Otoño
Una vez terminada la temporada de tifones característica de principios de otoño, el descenso de la humedad convierte este período en el momento perfecto para explorar las islas, mientras aún hace suficiente calor como para disfrutar de la arena y el mar. El festival del Forcejeo gigantesco de Naha así como el del castillo Shuri son dos de los eventos otoñales que no deberías perderte.
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Invierno
En invierno, las temperaturas suelen rondar entorno a los 15 ºC, por lo que los amantes del buceo aún pueden sumergirse en las aguas del océano durante el mes de diciembre y todo tipo de turistas disfrutan del avistamiento de ballenas en enero. Disfruta de una excursión panorámica por el Cabo Manza o de los festivales luminosos característicos de la temporada navideña.