MIYAZAKI Takachiho Una tierra de gargantas fluviales, barrancos, danzas obscenas y santuarios míticos

Takachiho, situada en la prefectura de Miyazaki, ofrece a sus visitantes una increíble combinación de belleza natural e inspiración cultural. Es una ciudad famosa por albergar la garganta de Takachiho , un lugar relacionado con los primeros dioses y diosas de Japón.

A Takachiho no se puede llegar fácilmente en transporte público. Las mejores opciones para visitar la zona son en autobús turístico o en coche.

Takachiho está a 140 kilómetros de la ciudad de Miyazaki , en un trayecto que se hace en unas 2 horas y media. Para ello, toma la autopista Higashi Kyushu (ruta Miyazaki) en dirección a Nobeoka. Transcurridos unos 90 kilómetros, pasa por el intercambiador de Kadogawa y en la intersección de Nobeoka, toma la autopista Kyushu Chuo, que se convierte en la ruta 218 en Kurata (al final de la ruta).

La garganta de Takachiho , famosa por sus aguas cristalinas de montaña y fuente de orgullo de los habitantes locales, se formó hace más de 100 000 años a consecuencia de la actividad volcánica de la zona. Aquí podrás hacer un recorrido en bote por el cañón y contemplar, de cerca, la cascada Minainotaki. Si lo prefieres, también puedes recorrer el sendero pavimentado que atraviesa la zona y observar así la garganta desde lo alto.

Cerca del extremo sur de la garganta hay también varias tiendas de recuerdos y un pequeño acuario. Durante los meses más cálidos, la garganta está iluminada hasta las 22:00.

Takachiho es la cuna de una de las historias más famosas de la mitología sintoísta. Según cuenta la leyenda, Amaterasu, la diosa sintoísta del sol, estaba tan enfadada que se escondió en una cueva de la zona haciendo así que el mundo quedara en la más completa oscuridad. Otros dioses y diosas se dieron cita en la zona para intentar convencerla, sin éxito, de que saliera de la cueva. Durante la espera, una diosa comenzó a bailar una provocadora danza que suscitó la risa del resto de dioses. Al oír el jolgorio, Amaterasu salió de la cueva para comprobar que es lo que causaba tanto alboroto y la luz volvió a iluminar la Tierra.

Y esta es, precisamente, la leyenda a la que la ciudad rinde homenaje y que recrea mediante una actuación de danzas nocturnas conocida como Yokagura. Estas danzas se dividen en 33 actos y se representan los sábados por la noche entre mediados de noviembre y mediados de febrero.

El santuario Takachiho-jinja , situado a poca distancia del centro de la ciudad en un terreno sagrado, fue construido hace unos 1900 años. En él, los habitantes locales representan una versión resumida del Yokagura todas las noches del año a las 20:00, a la que se puede acceder por un importe de 1000 yenes por persona. Se puede reservar por Internet.

Este lugar alberga además dos árboles gigantes, conocidos localmente como «la pareja de cedros» y cuyos troncos se encuentran entrelazados. Cuenta la leyenda que para conferir a tus descendientes un futuro próspero, tienes que dar tres vueltas alrededor de estos árboles cogido de la mano de tu pareja.

La zona cuenta también con otros santuarios que vale la pena explorar, como el santuario Amano Iwato-jinja . Además, justo detrás del santuario Amano Iwato-jinja, junto al río, se encuentra la cueva que sirvió de escondite a Amaterasu, la diosa del sol.

El de Futagami-jinja, situado ligeramente al suroeste de la garganta de Takachiho, fue construido para Izanagi e Izanami, una pareja celestial que, según la mitología, fue la encargada de crear el archipiélago japonés.