KAGOSHIMA Ciudad de Kagoshima Un paraíso del buceo y el windsurf famoso además por su fuerte alcohol y su deliciosa comida

A solo 4 kilómetros del volcán activo de Sakurajima se encuentra la ciudad de Kagoshima, que combina vistas asombrosas con una rica historia local, comida y bebida excelentes y una animada vida nocturna. Al ser muy céntrica es la base de operaciones perfecta desde la que explorar tanto la Kagoshima continental como sus islas.

En la ciudad de Kagoshima se encuentra el centro del transporte en la prefectura de Kagoshima, con enlaces a la mayoría de las otras ciudades importantes de Kyushu.

Es fácil acceder a las islas y a otros destinos locales desde la ciudad de Kagoshima, por lo que es una buena base de operaciones desde la que explorar la región.

El tren bala de Kyushu conecta Kagoshima con Kumamoto (42 minutos), Fukuoka (1 hora y 16 minutos) y Shin-Osaka (3 horas y 41 minutos). Dispones además de trenes y autobuses locales para ir a prefecturas cercanas.

Hay vuelos nacionales desde las ciudades más importantes del país, como Tokio (2 horas), Osaka (1 hora y 15 minutos) y Fukuoka (55 minutos), y vuelos internacionales regulares desde Seúl, Hong Kong, Taipéi y Shanghái.

El volcán en activo Sakurajima se cierne sobre la ciudad. Si te atreves a acercarte a este sobrecogedor símbolo del poder de la naturaleza solo tienes que hacer un corto viaje en ferri. Una vez allí, podrás montar en bicicleta alrededor del volcán y visitar un museo en el que conocerás su historia.

Encontrarás las mejores vistas del Sakurajima en el pintoresco jardín japonés Sengan-en y en el mirador del Shiroyama, que se levanta tras la ciudad. Eso sí, recuerda que si el volcán entra en erupción, cosa bastante frecuente, puedes acabar cubierto de ceniza.

Visita las ruinas del castillo de Kagoshima para retroceder en el tiempo y descubrir cómo vivían los señores del clan Shimazu y sus samuráis. Los samuráis de Kagoshima fueron fundamentales a la hora de acabar con el clan Tokugawa y con la dictadura samurái en Japón en 1867.

Comienza por el santuario Terukuni-jinja , que está consagrado al venerado señor feudal Shimazu Nariakira. Después, sácate una foto junto a la estatua del último samurái de verdad, Saigo Takamori. Pasea por las ruinas de los muros del castillo y dirígete a sus antiguos terrenos para visitar el Museo Reimeikan y conocer la riqueza histórica y cultural de Kagoshima.

Pasea por el parque Ishibashi, en el que se han expuesto con mucho gusto los antiguos puentes de piedra de la ciudad de Kagoshima y en el que un riachuelo artificial hace las delicias de los más pequeños durante los meses de calor.

Durante el verano puedes bañarte en la cercana playa de Iso, en donde muchos acuden a practicar windsurf y montar en moto acuática. Si tienes suerte, incluso podrás ver delfines jugando en el mar delante del volcán.

Asegúrate de contar con bastante tiempo para visitar Sengan-en , la antigua residencia privada de los señores feudales del dominio de Satsuma. Los amplios terrenos incluyen la villa y los jardines, así como un museo y una fábrica de vidrio.

Las vistas del volcán son realmente impresionantes, pero también lo que se encuentra bajo la superficie del mar. Puedes observar qué tipo de criaturas se ocultan bajo la superficie en la enorme caldera Aira de la bahía de Kinko en el acuario de Io World. Camina hasta el cercano Dolphin Port, al otro lado de la carretera, para disfrutar de sus tiendas y restaurantes.

Kagoshima es famosa por la comida y la bebida, ¿y qué mejor manera de disfrutarlas que en uno de los estupendos bares y restaurantes del centro de Tenmonkan en compañía de sus habitantes? Toma el tranvía y no te pierdas ni uno de los locales de moda de la ciudad o relájate en uno de los restaurantes que se esconden en las numerosas y atractivas callejuelas.

Japón es famoso por el sushi, pero Kagoshima pone toda la carne en el asador con su famoso cerdo korubuta, su galardonado filete de wagyu y su kurosatsuma-dori o pollo negro. Dirígete a Tenmonkan para probar el shochu local. No te preocupes por perder el último tren, la vida nocturna en Kagoshima continúa hasta bien entrada la noche.